Hoy he vivido en clase uno de esos momentos que me recuerdan lo privilegiada que soy por tener este trabajo. Esta situación es impensable en el ámbito laboral de otras personas.
Llevo varios días en los que mi voz parece que no quiere salir con la misma intensidad que antes, con lo cual hablo muy muy bajito e incluso de vez en cuando utilizo gestos. Para las personitas es un hecho insólito, para mi desesperante... .
Pues bien, esta mañana nada más entrar en la clase ha venido un niño y me ha dicho:
"toma Isa, te he traído este caramelo de mi casa para que te cures. Es un caramelo muy mágico así que te vas a curar muy rápido".
Un lujo empezar así el día, ¿verdad?.
¡Gracias Diego!.
Ja, ja, ja, es que estaba muy preocupado por si no volvias a tener una voz normal y como ultimamente esos caramelos están por toda la casa... Ya sabes, con magia todo es posible... Un beso.
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