Cartel de comedor.

Este cartel lo tenemos puesto en clase para saber los niños/as que se quedarán a comer. Todas las mañanas repasamos quién se queda y quién no. Tiene una doble función esta actividad diaria: controlar quién ha faltado para comunicarlo en el cole, y la de que los niños/as vean su foto en el panel y les sirva de motivación.  A algunos/as niños les cuesta un poquitín adaptarse al comedor escolar, pero ese periodo pasa rápido y al final el balance es positivo. Aprenden a comer de todo, ya sea por que no tienen la confianza que pueden tener en casa ( es decir, nos toman el pelo un poquito) o por imitación, ven a sus compañeros/as comer y eso les empuja a hacerlo a ellos.

Muchos padres me llegan a comentar que en casa no prueban comidas y en el cole sí lo hacen, sé que como padres puede llegar a resultar frustrante ( a mi me pasa con mis hijas), pero  a base de muuuucha paciencia seguro que al final tenemos un resultado óptimo y nuestros/as hijos/as se comerán el plato con garbanzos y espinacas que taaaaanto cuesta. Concretamente me he referido a los garbanzos porque es el plato que SIEMPRE me comentan los papás, es curioso. 

Hoy cuando salía del cole precisamente había una mamá y su hija de 4 años hablando con las encargadas del comedor. Estaba desconcertada porque le estaban diciendo que se había comido el melocotón fenomenal y resulta que en casa no comía. La niña decía que era por que los melocotones de casa no estaban buenos. Solución mágica e implacable: a partir de ahora los melocotones de casa serán los mismos que los del comedor, ya que a su mamá se los darán en el cole. Sí, lo sé,es una mentira piadosa  pero muy eficiente ¿aprovechar la ingenuidad infantil para mejorar la dieta? no está del todo mal...¿verdad?... yo creo que es precioso.